miércoles, junio 10, 2015

Cuando ya no estabas más


Ya no logro dibujarte ni con nubes o montañas de barro...

en mis sueños tampoco te reconozco entre siluetas vagas…

tus rasgos se han difuminado en un horizonte lejano…

se mezclaron con las hojas que volaron en otoño.

tus ojos ya no lloran, ni tus labios ríen…

todo permanece inerte, invisible, pero ¿estás ahí?

alma escurridiza, cuerpo apurado, mente implacable...

te fuiste sin querer,

te olvidaste de llevarme contigo...

y no te diste cuenta de que si me dejabas no te irías del todo.

viernes, noviembre 14, 2014

Parto al vacío
De más joven siempre me jacté de un sentimiento de no tener raíces, casi un desarraigo, que me permitía viajar por varios meses, sin casi echar de menos, ni necesitar el hogar. Ahora me doy cuenta qué poco sabía del verdadero desarraigo… Es tan fácil no sentir la falta cuando sabemos que las personas están ahí, y siempre lo van a estar, la familia, y sobretodo, la persona que más nos quiere, pase lo que pase, nuestra mamá. Por muy independiente que nos sintamos, o la relación más cercana o lejana que podamos tener, el cordón está ahí, invisible, pero latente, omnipresente. La mamá incondicional que siempre está con nosotros.

Y de pronto una enfermedad terrible, sin esperanza, el futuro es negro y el corazón se oprime, todo el pecho, un dolor sofocante, poco que hacer más que acompañar, asumir, sufrir… sufrir de manera devastadora, ella, nosotros, sufrimiento universal, agobio, agotamiento…

Y viene la muerte, para aliviarla del dolor, para aliviarnos a todos de la tragedia y pesadilla que estamos viviendo, de verla así, de que hace meses que no come, no ríe, no habla, no camina… de la sombra que va quedando de ella…

Y sí, efectivamente, la muerte me alivió un poco de esa tragedia cotidiana, y por unos días, quizás semanas, o quizás meses, me adormeció con un consuelo momentáneo… un alivio sutil, convencida de que estaba tan mal, que lo mejor es que se haya ido… pero ese efecto sedante –me imagino mecanismo de defensa del ser humano ante tal dolor- con el tiempo se va desvaneciendo, y empieza la añoranza a ahogarme de recuerdos, y empiezo a necesitarla, a necesitarla mucho...

Y la desolación… porque hay que convencerse de que ya no está más. De que no habrán recuerdos nuevos. Son lo que están y se atesoran con la melancolía y nostalgia como candados eternos, que por favor los cuiden! Qué no vaya a ser que se les pierda ninguno!...

Y el desamparo… porque se siente tan clara y presente su ausencia. Y me acuerdo en el funeral que una de mis hermanas me dijo “Es que esto es demasiado triste! Te das cuenta que se murió la persona que más te quería y te va a querer en tu vida?!”. En ese minuto le solté una risa nerviosa y le dije que no fuera dramática… Pero esa frase se grabó en mi corazón como una estampa y dejó una herida de esas que no se van (no cambia en nada que me lo hayas dicho! Me habría percatado igual!). Eso de que el tiempo cura todo, no es así… bien sabemos que hay heridas que van y vienen, como esas verrugas que aparecen y después se van, para volver luego con más fuerza que nunca…

Y el desarraigo real… un vacío oscuro. He nacido de nuevo y he caído al infinito. ¿Alguna vez soñaste que te caías al infinito?... ¿Te acuerdas de la sensación? Se siente como lo contrario a un abrazo, a la contención… (dicen que esos saltos que hacen las guaguas recién nacidas, es por eso, porque están acostumbradas a estar apretaditas en la guata y una vez que nacen tienen como mucho espacio y por eso hay que apapacharlas, para que no sientan que se caen…) Eso es. Pero ahora sin nadie que te contenga. Me caigo y sigo cayendo en un espacio negro e infinito.

domingo, octubre 31, 2010

Quién mató a la Generación Beat?

http://mas.laopinioncoruna.es/suplementos/2009/05/23/%C2%BFque-queda-de-la-beat-generation/

viernes, mayo 21, 2010

Lost Angels # 2 / American dream???...

lunes, mayo 17, 2010

Reporte desde L.A. city!!!

miércoles, febrero 03, 2010



Se sentía disociada de su persona y de su vida. Sentía que sus actos no concordaban con sus emociones ni con sus pensamientos. Nada conectado entre sí, una sensación de vacío, de mareo, de espiral. Ya lo había sentido antes. La vida una película, las personas caricaturas, nada importa, poco tiene sentido...
Le bajó que tenía algo, o faltaba algo, y como siempre su cuota hiponcondríaca la impulsó a investigar... "Trastornos disociativos", "despersonalización", "amnesia", "ansiedad", "histeria"... leyó mucho y creyó haber descubierto algo. Muchas cosas le hicieron "click". Pero al parecer no había demasiada solución, sólo que se pase el episodio, generalmente iniciado por épocas de estrés, un par de remedios que no estaba dispuesta a tomar, y combinar con terapia psicológica de la cual tampoco estaba dispuesta a depender...
Y decidió dedicarse a observar el episodio y la vida. Si se sentía como un espectador, eso sería. Quizás hacía más que eso, pero quizás era para no olvidar que también vivía, que no era sólo un fantasma.

Mientras observó se dio cuenta de que las cosas pasaban de maneras muy distintas a cómo las percibían las personas. Cuando presenciaba por ejemplo, una pelea, y después escuchaba como alguno de sus protagonistas la relataba, lo ocurrido cambiaba notablemente.
Esto le hizo comenzar a prestar más atención en cómo pasaban realmente las cosas y tratar de contarlas lo más fielmente posible a la realidad.

También se percató de que en las parejas es necesario que haya un cierto desafío constante de retener al otro, no un juego agotador ni estratégico (la idea no es crear un ambiente de inseguridad), pero sí debe saberse por ambas partes la posibilidad de no-estar, de que el otro por algún motivo podría dejarnos, de que se trata de personas autosuficientes que eligen estar con otra y no de un ser que necesita al otro para respirar. De esta forma se mantiene activa la relación, cada parte trata de hacer feliz al otro día a día, no hay nada ganado, si no que hay que írselo ganando todos los días.

Y en su disociación comprendió que la mayoría de los resultados dependen de la actitud. Había quienes lo tenían todo, pero eran infelices porque no sabían compartir. Había mujeres hermosas y pensantes que querían estar acompañadas y estaban más solas que un faro. Entendió que la felicidad, la belleza y la realización empiezan dentro de uno mismo. Entendió que no se puede cosechar lo que no se tiene. Hay que primero sembrarlo, regarlo y cuidarlo para cosecharlo. Y una vez maduro y cosechado se puede compartir.

Una vez entendido todo esto, volvió en sí para prepararse.

jueves, septiembre 17, 2009

in-dependencia

Mañana es el día de la independencia de Chile.
Y si se pudiera pedir regalos o deseos en ese día, eso sería justamente lo que pediría:
INDEPENDENCIA DE CHILE.

El mundo es tan grande y tan interesante, hay tantos lugares por conocer, por recorrer, oler, y vivir...
Son tantas las ganas de partir lejos, que no me dejan en paz, son como una maleza que va creciendo y me asfixia de estar acá...

Hoy quiero deshacerme de esa dependencia a lo familiar, a lo conocido y lo sabido, a lo preconcebido, a lo predecible, a lo cómodo...

En vez quiero curiosidad y energías para conocer lugares remotos, gente rara, ciudades campestres y ratones voladores.

FELIZ DÍA DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE!

y basta de nacionalismos...
El Mundo es Uno Sólo. Yo sólo nací en un lugar, pero quiero conocer, cuidar y respetar lo que más pueda de él.